Interview with Mr. Dellanoy

I must tell you, that I'm very impressed. Your experience and your background are a perfect match to cover the position we are looking for.

Thank you, Mr. Dellanoy.

So, I've asked you hundreds of questions but, what about you? do you have any questions regarding the position or the company?

Emmmmmmm. Well, yes. I have a question for you sir, Mr. Dellanoy. If I get the job, and I join the company. Will I get "mony"

I'm sorry?

Yes, I'm asking if I will get "mony". As in"mony" and girls, you know?

...

I mean, if I get the job, that is surely great and all, will y get "mony" and pussy?

...

Hello? Sir Mr. Dellanoy? Hello?

Der Golem

El niño de probeta cumplió sus primeros 15 años en compañía de sus padres y tíos. No vino ningún compañero de su división.

El niño de probeta estaba triste, no sopló las velitas. Asiduo lector de la biblia desde los 6 años, le aterraba el concepto del soplo divino. Prefería evitarle a las velas el martirio de la secundaria.

Se encerró en su cuarto. Su casilla de correo electrónico estaba repleto de mensajes. Cada uno de ellos era ofensivo. El niño de probeta estaba harto de que sus compañeros le dijeran "El Golem". Pateó la mesa. Una y otra vez. Luego pateó el monitor, arrancó la CPU y tiró varios puñetazos al aire.

Exhausto, se tiró en su cama y lloró hasta quedarse dormido.

Sonidos de pies y murmullos le devolvieron la conciencia. Su cuarto estaba muy iluminado, la luz lo cegaba. Y entre el gran resplandor, se daba cuenta que había muchas cabezas y siluetas de ropas coloridas. Se frotó los ojos y entendió que estaba en su cuarto. Estaba repleto de personas. Se frotó los ojos otra vez y reconoció a todos los compañeros de su división. Se frotó nuevamente los ojos y vio una pancarta que decía: "¡Feliz cumpleaños Golem!".

El niño de probeta maldijo el día en que sus padres decidieron compartir en clase de anatomía que lo habían concebido haciendo uso de la técnica de fertlización in vitro. Desde ese día, el niño de probeta se había convertido en el Golem, y nadie nunca podría cambiar eso. Nunca más, nunca más de los jamases. Al menos eso creía él.