Erios


Camino por una escaleras blancas. Todo es recto. Aristas. No es mármol, es cemento. Cemento perfecto, sin grietas ni porosidades. Estoy a la intemperie pero no miro al cielo. La luz es pareja, quizás sea un día nublado. Me advierten que no corra, eso no le gusta al gato. Me doy vuelta, es tarde. El gato salta sobre mí y se prende de mi espalda. Bajo las escaleras.

Estoy en un aula de algo que parece ser una universidad. A través de la cúpula de vidrio veo un ave de colores muy vivos. Es rojo, es azul, también tiene negro. Sube y baja. Se eleva varios metros, y luego baja. Todo en una recta vertical.

Ahora estoy muy cerca de la cúpula. Veo de cerca al ave. Parecería ser de materiales. Como si fuera plástico. Pareciera ser una armadura, pero es un pájaro. Es muy grande con forma semejante a un halcón. Su superficie es lisa. Muy lisa. Parece ser rígida. De plástico. Pienso que podría ser una armadura. Pero es un pájaro, que sube y baja en una línea vertical. Cuando baja nos separa solamente el vidrio, está muy cerca; a menos de un metro. Por momentos siento temor. Se acerca mucho y es muy grande. Es muy grande, es exótico y es algo totalmente desconocido. Y siempre baja y se acerca. Se acerca mucho.

Ahora estoy en el aula y el instructor me habla. Estoy solo, sentado en un banco. Se acerca y me habla de ciudades bajo la tierra. Se acerca mientras me habla hasta ponerse frente a mí. Siento que se acerca demasiado y que voy a perder el conocimiento. Se pone frente a mi. Pienso que esta es una ciudad subterránea. De pronto el instructor corta la señal, dejo de ver. Una imagen en blanco y negro de un edificio con columnas. Es un flash y estoy de vuelta. Me avergüenzo. Siento que he perdido el conocimiento por una cantidad de tiempo que no puedo precisar. Me avergüenza la pérdida del control. ¿Que van a pensar de mí? ¿Qué habré dicho o hecho? ¿Se habrán dado cuenta que perdí la noción del tiempo? No me puedo relajar. Siento algo bajo mi naríz. Llevo mi mano a la cara y siento una mucosidad espesa y pegajosa. Con vergüenza arrastro la palma de mi mano por mi cara y me limpio. Inspecciono mi mano. Es una mucosidad blanca muy espesa. Y es  mucha cantidad. En qué momento salió todo esto de mi nariz; si es que salió de mi nariz. ¿Cuanto tiempo estuve fuera?

Abro los ojos y estoy en una habitación. Es la habitación donde me había acostado hace unas cinco horas. Me siento bien. Respiro hondo. Mis fosas nasales están bien despejadas y mis pulmones se inflan de aire fresco. Me siento bien, aunque no se donde estuve.