Trata de una señora burguesa que tenía juanetes y de tanto renguear se le torció el recto unos grados hacia la derecha. La consecuencia terrible de esta malformación es que sus deposiciones no pueden salir de su cuerpo y se alojan junto a su apéndice, generando una protuberancia blanda y en permanente crecimiento apenas bajo su abdómen. Pueden imaginarse que semejante bolsa de mierda andante no es muy aceptada que digamos por la sociedad. Sin embargo, un limpiador de piletas se enamora de ella y la convence de enfrentarse a la vida. En definitiva, no es más que una comedia romántica que reivindica el amor.
Pero qué situación de mierda.
ResponderEliminarPero en serio, justamente, qué situación de mierda.
O sea... JUS-TA-MEN-E.
PARADÓJICO.
Los pileteros no se enamoran, para mí que ese guacho vió el billete.
ResponderEliminarNada que un ano contranatura no solucione. Yo tengo uno en la axila izquierda.
ResponderEliminarLo del ano en la axila es mala idea, despues de pasar el limpiafondo y el bichero, lo mas probable es que el hombre tenga un olor a culo terrible en el sobaco.
ResponderEliminarTambién desconfío del piletero pero no tuve los huevos q tuvo madame en pincharle el globo a la gordita fétida