El constructor de mundos

Pasan los años, y sigue haciéndo las mismas cosas. Es el problema de ser un hábil constructor de mundos. Tiene mucha facilidad para inventar realidades y a veces, le pasa que se las cree. Y entonces se obsesiona. Especula mucho y responde preguntas que él mismo formula con la ayuda de números aleatorios y fórmulas matemáticas. Y sobre respuestas invisibles, el hábil constructor de mundos construye. Cree tener el don de la intuición, pero no es más que una mentira, una excusa para poder usar las hipótesis que extrae. Y las usa como materiales de construcción de los mundos que él hace. Y así construye sobre preguntas sin respuestas y sobre hipótesis que rara vez comprueba. Apila una sobre otra de un modo que sea conveniente y agradable a la vista, de acuerdo con una lógica de dudosa imparcialidad.

El hábil constructor de mundos hoy vive en un mundo que él construyó.



2 comentarios:

  1. Espero que le guste su mundo al Sr. constructor.
    De todas maneras, ¿no es lo que hacemos todos? ¿Quién no vive en un mundo de hipótesis propias y falsas intuiciones?

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  2. Sí, supongo que en cierta medida todos lo hacemos, y entonces da un poco de miedo descubrir que si uno fuera siempre crítico, todo sería insustentable (con excepción de la condición de insustentabilidad, que pasaría a ser lo único verdadero). Lo que nos lleva a pensar que lo único que existe es el cambio y que siempre debemos ser críticos en extremo. Pero ser crítico paraliza y entonces el cambio no sucedería jamás y por ende, ser crítico es insustebtable, y no serlo también. Es muy complejo este asunto.

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