El loro huevetas

El loro huevetas era un personaje simpático que estaba siempre acompañado por un amigo que tenía por recurrencia las flatulencias. Ambos eran personajes de una ficción de la que el padre de un amigo era autor e intérprete. Y las flatulencias nunca fueron fingidas, eran bien orgánicas.

Cordial y amable como era, siempre acepté las invitaciones a pasar varios días en lo de mi amigo. Ya desde pequeño había sido entrenado para soportar sin rechazar. Y eso hice, muchas veces. Tomando aviones bajo la supervisión de azafatas y al llegar, empezaba a contar los días. Intentaba reconstruir el rostro de mi madre en mi cabeza. No lo podía hacer. Eso me frustraba.

En una oportunidad tuve la suerte de tener por compañía a un segundo que era tan visitante como yo, y nos confabulamos.  Y entonces ya no conté los días. Pero hicimos un terrible quilombo en el baño a altas horas de la noche, y el autor de las crónicas del loro huevetas nos corrió por las escaleras y a los gritos. Juró que nos pondría en un avión a Buenos Aires a la mañana siguiente, pero lamentablemente no lo hizo. Mi compañero se asustó y se fue, y yo me quedé solo contando los días y reconstruyendo a mi madre.

Muchos años mas tarde vengo a darme cuenta que yo era el loro huevetas, y mi amigo, claramente se cagó.





3 comentarios:

  1. "Entrenado para soportar sin rechazar". Maldito sodomita.
    Es feo extrañar. A mi me mandaron un mes a Londres a los 13 años, a "estudiar" y a vivir con completos desconocidos. Era demasiado chico. Y el papi de la casa no me contaba ninguna historia (hubiera sido la del Eggy Parrot, supongo). Tampoco me gritaba. Yo era una simpática ameba sudaca que tenían aislada en un cuarto de huéspedes.
    Extrañé muchísimo (nudo en la garganta incluido) hasta que empezamos a escaparnos a diario de la clase para jugar al futbol en un gimnasio, y rompíamos todo (todo) a pelotazo limpio. También hacíamos guerra de matafuegos. Algo de ese divertido vandalismo y algunas excursiones geniales me aliviaron las últimas dos semanas, porque venía muy mal.
    Ya lo dijo el gran Bruno Adolescente de Primavera: "Growing up".

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  2. Quien es Bruno Adolescente de Primavera? Tu relato tiene la misma estructura que el mío. Habría que invitar a Freud y a Jung para que discutan sobre esto. Creo que vos pusiste tu libido en los matafuegos, mientras que yo la puse en mi amigo. No se si eso me hace gay.

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    1. Bruno Adolescente de Primavera es Bruce Springsteen, claro.
      Ponerla en un amigo no te hace necesariamente gay, aunque sí libertino.

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